Sus ojos, daban asilo a su vida,
allí residía la riqueza transitada
una mixtura de tiempos plenos
y de cielos grises
allí residía la riqueza transitada
una mixtura de tiempos plenos
y de cielos grises
que allí se aposentaron.
Decía que estaba habitada
Decía que estaba habitada
por ingentes recuerdos,
que por ellos despertaba
sabía que el futuro se escurría,
y no hacía planes
que por ellos despertaba
sabía que el futuro se escurría,
y no hacía planes
dejaba fluir sin pausas.
Era muy sabia
a nada material se aferraba,
desde muy joven
desde muy joven
fue artífice de su destino,
eligió ser libre
eligió ser libre
en un ámbito pueblerino,
-donde osar ser genuina-
-donde osar ser genuina-
era casi un sacrilegio.
Pero, a ella nada, ni nadie,
Pero, a ella nada, ni nadie,
la amedrentarían.
Decidió un día
que la gran ciudad sería su casa
allí anidaba la emancipación,
ella tenía autonomía de vuelo
allí anidaba la emancipación,
ella tenía autonomía de vuelo
en su alma sabia
y no iba a sucumbir
y no iba a sucumbir
por absurdos prejuicios ajenos.
Y extendió sus alas magnas,
un cambio radical
sería la respuesta
para una existencia anquilosada,
patrimonio de pueblos
para una existencia anquilosada,
patrimonio de pueblos
que en crueles los convierte
-pero que a ella-
-pero que a ella-
jamás lograrían detenerla.
Viviana Laura Castagno Fuentes
Viviana Laura Castagno Fuentes

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