Salió a pasear
—junto a su mejor amigo—
ama caminar, mientras
inhala fragancias conocidas
en el vergel de su vida.
Hasta ayer nomás
sus pasos eran raudos,
—hoy la cautela se impone—
son bríos diferentes,
porque son más sus años.
Sabe de largas caminatas
junto a su fiel compañero,
—están envejeciendo juntos—
poseen un vínculo simbiótico
indestructible —diría—.
Afirma que a la muerte
—ya no le teme—
era su preocupación antes
cuando muy joven,
hoy es una curiosidad,
la está esperando casi.
Es la inefable sabiduría
que la experiencia aporta
—aquello que lo desvelaba—
se transformó ahora
en un sueño apacible.
Él supo hacer las paces
con los imponderables
de un intenso pasado
—hoy tan presente—
y la paz fue la recompensa.
El hombre y el perro
una relación rica, profunda
—una compañía férrea —
cuando fracasa a menudo
la de los humanos.
Viviana Laura Castagno Fuentes
Viviana Laura Castagno Fuentes

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