Adoro descubrir a los silencios, saben inmiscuirse entre las comas y a veces en puntos suspensivos se disfrazan porque poseen el don de sustituir a las palabras cuando fallan o sencillamente son imprescindibles.
He observado a muchos silencios mutar en un tris en las mejores respuestas sin acudir a una sola palabra, supieron utilizar el sutil arte de ignorarla y comprendí todo.
El silencio, un sustantivo que nos remite a "prudencia y respeto", pero se transforma en el más idóneo de los oradores cuando en un ruido contundente y ensordecedor sabe transformarse.
Viviana Laura Castagno Fuentes

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