A veces
las buenas intenciones
per se —no bastan—
son estériles e insuficientes.
Demandan
a otros protagonistas
—en la película de la vida—
y no los elegimos nosotros.
Y es justo allí
donde hay que retirarse
invisibilizarse —diría—
y dejar fluir a las circunstancias.
Es tan efímero todo...
el camino es un albur siempre
hay que eludir lo que nos agobia
y a nuestra plenitud espanta.
A veces
las buenas intenciones
se parecen a una mar procelosa
experta en imprevisibles
e inevitables naufragios.
A veces...
Viviana Laura Castagno Fuentes
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