Está devastada,
se le desmoronó el alma
y no encuentra
la salida, ni la templanza.
Desea haber sido diferente,
menos incauta, más displicente,
porque la sociedad en la que vive
exige artilugios de los que carece.
Porque el honor ¿A quién le importa?
La corrupción imparte órdenes
en todos los ámbitos, porque
la actitud delictiva, la vil mentira,
la maledicencia, aseguran el éxito.
Que la experiencia reciente
obre como ejemplo para que comprendas,
la honorabilidad no cotiza en bolsa
la deshonestidad es la gran ganadora.
Viviana Laura Castagno Fuentes

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