Regreso cada día, por instantes,
a momentos donde fui feliz, plena
y la niñez es la destinataria privilegiada,
allí están los recuerdos invaluables.
Voy hacia ella, viajo en sus entrañas,
me nutro de todo lo que gratifica,
los recuerdos son una amalgama
los buenos acarician, los otros, enseñan.
Mi niñez tiene sabores deliciosos,
es un chocolate humeante, espeso,
por las manos de mi madre elaborado,
cuando el frío del invierno ameritaba.
Mi niñez guarda perfumes, texturas,
de flores que en primavera despertaban,
invadiendo cada ambiente de mi casa,
para convertirse en un deleite inolvidable.
La niñez era la escuela, el estudio,
pero también los libros y las letras,
comenzaban a ser parte de mi orbe
que se materializaría cuando adulta.
Regreso por instantes, cada día,
a ese lugar que mi alma guarda
donde reside la sempiterna niña
mientras la mujer, a otros escenarios
se acomoda, porque de ello trata la vida.
Viviana Laura Castagno Fuentes

No hay comentarios.:
Publicar un comentario