Cuentan, que las aguas de un río,
cansadas de fluir sin pausa,
serpenteando entre rocas,
deslizándose en cascadas,
decidieron un día,
tener una vida más calma.
Luego de una reunión pactada,
las aguas, eligieron su destino,
serían un estanque tranquilo,
sin las urgencias que implicaba ser río,
solo paz, calma y quietud necesitaban.
Y así sucedió, el deseo se materializó;
en una depresión del terreno,
se detuvieron, no siguieron al río,
y en estanque se convirtieron,
no serían aguas muertas,
sino aguas quietas de ahora en más.
Aquel río, perdió en su trayecto,
a unas aguas que soñaban,
con una existencia más meditabunda,
para ser cuna y cobijo de otras vidas.
Hoy, bellísimos nenúfares navegan,
y garzas elegantes descansan,
sobre unas aguas mansas
Luego de una reunión pactada,
las aguas, eligieron su destino,
serían un estanque tranquilo,
sin las urgencias que implicaba ser río,
solo paz, calma y quietud necesitaban.
Y así sucedió, el deseo se materializó;
en una depresión del terreno,
se detuvieron, no siguieron al río,
y en estanque se convirtieron,
no serían aguas muertas,
sino aguas quietas de ahora en más.
Aquel río, perdió en su trayecto,
a unas aguas que soñaban,
con una existencia más meditabunda,
para ser cuna y cobijo de otras vidas.
Hoy, bellísimos nenúfares navegan,
y garzas elegantes descansan,
sobre unas aguas mansas
que supieron ser río,
pero que un día eligieron
ser un amoroso estanque.
Viviana Laura Castagno Fuentes
pero que un día eligieron
ser un amoroso estanque.
Viviana Laura Castagno Fuentes










