Tenemos
accidentes geográficos
muy dentro
aunque no los veamos.
Algunas veces
somos montañas,
prestas para ser exploradas.
Otras...
en amorosos y suaves
valles nos convertimos.
También tornamos
a desfiladeros complejos,
con sus mares inasibles
y borrascosos.
Hay días
en que amanecemos
siendo soles y lunas
con nuestras luces
nuestras sombras
y en perfecta simbiosis
nos convertimos.
¿Y cuando hay huracanes
arremetiendo
y a componedora
brisa lo transformamos?
Pero también
en estanques quedos
y apacibles nos volvemos,
ese amparo
que a la paz induce.
Amalgamas somos,
huéspedes, inquilinos,
junto a otros afines
realizando un viaje
transitorio
que de regresos...
no sabe.
Viviana Laura Castagno Fuentes

No hay comentarios.:
Publicar un comentario