Cuando se acotan los caminos
cambian nuestras prioridades,
se revelan las verdades
se caen todas las máscaras
porque no somos los mismos.
Es la naturaleza del viaje
son lecciones concatenadas
y aunque escindidas parezcan
—todo tiene que ver con todo—
en el rompecabezas de la vida.
No somos aquellos incólumes
viajamos lesos, con cicatrices
que se pueden ver por fuera
y otras tan íntimas y profundas
que se petrificaron muy dentro.
Y todo se va aclarando
menguan las idealizaciones
vemos al sol, —aun nublado—
cultivamos nuestros vergeles
aunque el crudo invierno more.
Cuando se acotan los caminos,
—dejamos de hacer preguntas—
no hay espacio para reincidir
en nimias equivocaciones
porque las respuestas aguardan.
Viviana Laura Castagno Fuentes

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