Por doquier,
por donde mire hay indicios,
algunos son apenas visibles
pero otros...
exhiben todas las evidencias.
Es tan parecido
y es tan diferente a la vez,
tiene potestades cuasi
humanas
porque nos habla sin hablar
sobre pérdidas y despojos.
Porque: ¿Qué es la vida sino?
¿No es acaso un aula magna
para aprender a perder
y a dejar ir todo
lo que cumplió su ciclo?
Y sobre desgarros y
ausencias
él es un experto,
llega para desbaratar todo
y no queda más que
acostumbrarnos.
Marzo es el mes,
es el mes de los despojos
esos que tienen su génesis
allí donde el alma duerme.
Pero también anida
en cada manifestación
de la natura
cada vez que el otoño
ese gran prestidigitador
arrasa con los esplendores.
Marzo es su mes,
es el mes de las pérdidas
de los inevitables adioses
y sobre ello...
el otoño enseña como nadie.
Viviana Laura Castagno Fuentes

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