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martes, 28 de mayo de 2024

LA SUBLIME

 

De todos los sentimientos
—la bondad es el más trascendente—
es un don sublime que tiene el alma, 
es el amparo perfecto, es el escudo, 
cuando la mentira y la malicia 
con sus aviesas estocadas, hieren.

La bondad, no es incauta, es sobria,
cuando siente que le infligen daños,
no confronta, porque es innecesario
decide callar y en absoluto silencio
elije alejarse de sitios adversos
y va en búsqueda de la paz, su casa. 

Es tan plácida, tan magnánima ella
que hasta siente compasión y disculpa,
a quienes adrede asestaron el golpe. 

La naturaleza de un ser bondadoso,
prefiere viajar hacia zonas luminosas 
antes que dirimir o malgastar energía, 
en almas que por maliciosas
ya perdieron en el viaje de la vida. 

Viviana Laura Castagno Fuentes 

domingo, 26 de mayo de 2024

VACÍOS EXISTENCIALES

 

¿Sabes?


No me agrada

preguntar nada

a la vida,

porque ella nos exige

respuestas.


Intento siempre

buscar el lado amable, 

aun con todo en contra

o cuando la coherencia

ha desaparecido.


Intento hacer mío

—hasta lo que es de otros—

para aligerar cargas

y hallar una justificación

a la existencia.


Pero en este día, 

en que tu recuerdo 

por doquier se cuela 

—y duele todavía—

tengo una pregunta

una indisciplinada

de esas que desafían todo.


Aquella madrugada

cuando la tibieza 

de tus manos escapaba

¿Fue el momento

de tu adiós,

de tu partida

o de tu llegada?


Viviana Laura Castagno Fuentes

BÚSQUEDAS

 

Ayer nomás
observé rostros,
miraban sin mirar siquiera... 
¿Buscaban algo?

Tal vez respuestas
que no encontraban, 
porque no existen bibliotecas
ni recursos tecnológicos
que las contengan.

Quizá del alma se olvidaron
y por saciar cuestiones
privadas de sus vidas,
a un presidio la confinaron. 

Puede ser ese el argumento
o tal vez sean otros, 
lo cierto es, que sus miradas, 
escudriñaban en el afuera
justificaciones que solamente 
en el interior se encuentran. 

Viviana Laura Castagno Fuentes

MIS DESEOS


Desearía asegurar, 

que dentro de mí

el caos se ha ordenado

y la odiosa confusión 

en recuerdos se ha sumido.


Desearía asegurar,

que en el inasible mar

estoy nadando sin miedos

porque lo reduje a estanque

y hay nenúfares ahora.


Desearía asegurar,

que la estepa de mi vida

—fue eclipsada con puntualidad—

por bellísimas aljabas

púrpuras y violáceas

y los esplendores regresaron.


Desearía asegurar tanto,

pero sería una imprudencia

un arrebato, una negligencia,

porque faltaría a la verdad

—y sabes muy bien —

que la mentira es mi enemiga.


Continúo en proceso

diario de adaptación 

a una nueva vida,

estoy intentando convencer

—a mi alma que aun te espera—

que no habrá regreso, no habrá.


Viviana Laura Castagno Fuentes

APRENDICES

 

Todos viajamos,

fisurados, lesos,

porque un día

se nos derrumbó

sobre la cabeza

el universo

con estrellas incluidas.


Todos viajamos,

a veces a tientas

con certidumbres otras

por caminos a estrenar

pero también

por los harto conocidos,

y aun así, nos equivocamos.


Todos viajamos,

escindidos, inseguros,

porque así somos

una amalgama perpetua

de imperfecciones

-tropezando con la vida-

sino, no seríamos humanos.


Todos viajamos...


Viviana Laura Castagno Fuentes

viernes, 24 de mayo de 2024

¿EXITOSO?

 

-Soy exitoso-, afirmó,
con su tono irreverente,
altanero y soberbio,
dejó atónitos a todos
nadie se animó a rebatir nada,
-le temían- y él los controlaba.

Porque para él,
las acumulaciones materiales,
las aprobaciones sociales,
eran el éxito -allí residía todo-
no había nada más importante.

Amaba insuflar temor
y era consciente de ello,
cuánto más poder demostraba,
más influencia ejercía
y en esos placeres absurdos 
se regodeaba el imbécil.

No amigo, el éxito
no es tener al mundo 
entre las manos
mientras lo vapuleas
y menos domeñar a otros.

El éxito se mide con valores
y la maestra es el alma,
se es exitoso cuando hay honor,
sino todo lo acumulado -es fracaso-.

¿Exitoso o mentecato?

Viviana Laura Castagno Fuentes

MAESE OTOÑO


Unas hojas macilentas

y otras moribundas

están alfombrando

toda la intemperie,

e invaden espacios 

en actitud desafiante.

 

Nada queda exento,

hasta las lavandas

que recién despertaron,

tienen a sus ramilletes

literalmente abducidos

por la tozudez del otoño.


En apariencia

es un gran desbaratador,

aunque en realidad

es un asistente puntual

libera a las especies 

de todo lo superfluo.


Si lo observamos 

con los ojos del alma

-es un pedagogo impecable-

nos enseña sobre ciclos 

que acaban y renacen,

definitivamente -el maese otoño-

llegó para enseñarnos.


Viviana Laura Castagno Fuentes

jueves, 23 de mayo de 2024

VIAJANDO HACIA ELLA

 

Ella está iniciando un viaje,
no sabrá de estaciones ni aeropuertos,
es una travesía única, muy íntima,
sin pesados equipajes
que solo incomodidad aportan.

Ella esperaba con ansias tantas
el momento exacto para sumirse
en un sueño -tan indescriptible-
que de ligerezas estaría habitado,
comprendió que su derrotero
prescindía de todo lo superfluo.

Ella está partiendo
hacia remotos intersticios,
la placidez de su mirada define
la profundidad de sus sentimientos.

Es dueña y ama absoluta ahora,
es timonel de su barca, ya no pasajera,
comenzó a navegar por los espacios abisales 
de su alma prístina y genuina 
su verdadero hogar, su casa.

Viviana Laura Castagno Fuentes

¿CUÁNDO?


Tal vez, 

nos reencontremos

cuando el invierno

se vuelva primavera

y a los esplendores

con idoneidad instale.


O tal vez sea,

cuando la mar 

-en un gesto magnánimo-

a sus aguas abduzca 

mengüe su voracidad

y deje ser a la playa.


¿Y si fuese?,

cuando nuevos amaneceres

a los zorzales convoque,

hay demasiada orfandad

y eran la sinfonía coral

que a los sueños desvelaban.


O puede suceder,

el día en que mis letras

su jubilación demanden,

aman cautivar corazones

mientras despabilan mentes,

pero también se cansan.


El reencuentro ocurrirá,

pero no tengo certezas

la vida me acostumbró

a lidiar con imponderables

-aunque mi alma está intuyendo-

que ese día está llegando.


Tal vez...


Viviana Laura Castagno Fuentes

miércoles, 22 de mayo de 2024

UNA SUTIL INTERPELANTE

 

La poesía tiene capacidades ilimitadas, hasta diría, de tan polifacética, es una artista casi.

Ella sabe ocultarse entre el plumaje iridiscente de un diminuto y elegante colibrí, nos mira desde la gota de rocío que olvidó la noche sobre un pétalo —aun dormido— de una margarita, nos contempla —con discreción— envuelta en una suave brisa de primavera y hasta logra mimetizarse con las sinfonías que las avecillas entonan.

Ella es así, tan dúctil, tan versátil, pero no es indolente, sabe también involucrarse con las tragedias tan humanas y tan dolorosas desde siempre. 

Ama hablar sobre el amor, el que genera plenitud, pero también sobre el que corazones deshace, es quién busca restañarlo muchas veces, cuando desde sus versos las palabras enaltecen y son prodigiosas asistentes de emergencias.

Pero, cuando la mentira, la vulgaridad, la violencia, el odio, el resentimiento y la injusticia que políticos infames y corruptos instalan y nuestros sueños arrebatan, es justamente allí donde la poesía muta, sufre una transformación y se torna implacable, porque se convierte en un grito de auxilio, clama por una humanidad más atenta, más ecuánime y humanizada.

Y no me digan que es una dama débil, durante siglos han minimizado su poder para comunicar y es ella justamente quién posee una capacidad de síntesis como ningún otro género.

Ella, chiquita, hasta frágil a veces, logra dar sus estocadas para despabilar a almas que adormiladas viajan, cuando sus versos transmiten las ingentes tragedias en que la humanidad está sumida.

¿Débil la poesía, frágil ella?

No, se equivocaron los hombres, se equivocaron cuando a su alma abandonaron, ignoran que es nuestra fuerza motriz y por ella en esta vida estamos.

Pero, la poesía no se equivoca, es la dueña absoluta de aquellas verdades que la humanidad en ocultar se empecina, de los odios que paren guerras, de los amores que naufragan y hasta de la malicia que en tantos corazones decidió instalarse.

¿Débil la poesía, ilusa ella?

Es una estupenda interpelante, que logra estampar unas cuantas verdades a una humanidad deshumanizada que —en absoluto estado de desconcierto y ausencia-— el inefable viaje de la vida
está realizando.

Viviana Laura Castagno Fuentes

NOS MIENTEN

 

Nos están mintiendo, vida,
hay verdad oculta

para que los miedos
a todos nos anquilosen.

Nos están mintiendo, mucho,
para que no actuemos,
somos necesarios 
en cautiverio y anestesiados.

Nos están mintiendo a todos,
es una amalgama compleja
hay complicidades tantas
y el mundo se están repartiendo.

Nos están mintiendo y duele,
la verdad es la única cura,
nunca ganó nada la mentira,
con ella siempre perdimos todos.

Nos están mintiendo, vida
y debo ser muy sincera,
porque algo dentro de mí 
están matando cada día.

Nos están mintiendo,
no desean la libertad
fue un ardid solamente
el poder los aguardaba.

Nos están mintiendo, vida,
pero llegará el final
-nada dura para siempre-
y la verdad saldrá airosa.

¿Nos seguirán mintiendo?


Viviana Laura Castagno Fuentes

lunes, 20 de mayo de 2024

EL VIAJE

 

El viaje hasta aquí

no fue planeado

ni deseado por mí, 

fue una imposición

un desvío en el camino de la vida.


Sentí que regresé

al pasado abruptamente 

y que en sus inefables fauces

fui devorada con creces

sin que lo advirtiese siquiera. 


Es tan extraño todo, 

no hubo adaptación, no hubo,

estrené miles de estrategias 

pero sucumbí mil veces 

en intentos vanos. 


Tal vez la vida, 

-la más solvente de las docentes- 

estaba enseñándome algo

y tuve que aprender

que al final no decidimos nada 

porque decide ella.


El viaje hasta aquí 

fue una gran lección, 

me planteó miles de preguntas 

y heme aún hoy

-infructuosamente-

intentando hallar las respuestas

que definitivamente 

no llegarán nunca. 


Viviana Laura Castagno Fuentes 

TRIBUTO A MI ABUELA

 

Sus ojos, daban asilo a su vida, 
allí residía la riqueza transitada
una mixtura de tiempos plenos
y de cielos grises
que allí se aposentaron.

Decía que estaba habitada
por ingentes recuerdos, 
que por ellos despertaba
sabía que el futuro se escurría, 
y no hacía planes
dejaba fluir sin pausas. 

Era muy sabia
a nada material se aferraba,
desde muy joven 
fue artífice de su destino, 
eligió ser libre
en un ámbito pueblerino, 
-donde osar ser genuina-
era casi un sacrilegio. 

Pero, a ella nada, ni nadie,
la amedrentarían.

Decidió un día 
que la gran ciudad sería su casa
allí anidaba la emancipación,
ella tenía autonomía de vuelo
en su alma sabia
y no iba a sucumbir
por absurdos prejuicios ajenos. 

Y extendió sus alas magnas, 

un cambio radical 
sería la respuesta
para una existencia anquilosada, 
patrimonio de pueblos
que en crueles los convierte 
-pero que a ella-
jamás lograrían detenerla.


Viviana Laura Castagno Fuentes 

domingo, 19 de mayo de 2024

MIS DELEITES

 


Cada mañana, mi mirada busca la belleza
que los patios y jardines me obsequian,
y las flores son la expresión 
más perfecta sin duda alguna.

Nada es mío, solamente soy espectadora,
las disfruto como si fuese su mecenas.

¡Vaya mi osadía!
Pido disculpas.

Están ornando los exultantes vergeles que observo,
desde el balcón, ese voyerista, con ínfulas de patio.

Presumen su belleza, sus colores variados y sus formas,
pero, si no estuviesen prolijamente dispuestas
sobre un cantero gigante que las alberga,
confieso que se confundirían con un bellísimo lienzo
pintado por las manos prodigiosas de un artista,
un poeta munido con paleta, pinceles y óleos.

Ellas son -junto a árboles que parecen mimar al cielo-
las destinatarias de mis deleites,
los jazmines, enredaderas que osadamente trepan los muros,
tienen a sus pies tiesos, pero sus brazos se extienden generosos,
sin límites impuestos, invadiendo espacios linderos.

Las azaleas, ostentan colores diversos,
hasta matizados se exhiben con gran estridencia,
aunque este verano impetuoso y obstinado
las ha marchitado y están feneciendo silenciosamente.

No me pertenecen, ninguna de ellas, son ajenas,
son de la naturaleza que las ha creado,
de quienes amorosamente las han cultivado,
pero las siento muy mías también,
cuando, desde mi balcón -un remedo de patio-
ingreso en un estado de éxtasis garantizado
cada vez que hacia ellas mi alma embelesada viaja.

Viviana Laura Castagno Fuentes

LETRAS MIMETIZADAS

 

Reunión secreta
entre vocales y consonantes,
un espectáculo en ciernes
es el argumento supuesto.

Una biblioteca es el escenario,
donde se está dirimiendo
un proyecto grupal, 
que deberá ser acordado.

Un viejo libro, bosteza,
es el hogar de todas ellas,
las cobija desde hace décadas
cuando un escritor plasmó su obra.

Están acurrucadas todas
sobre la contratapa,
solo el silencio reina,
pero hay decisión tomada.

Desean escapar por un rato,
hacia un jardín lindero,
para imitar la belleza
que allí se alberga.

Unas serán majestuosas rosas,
otras imitarán el sutil vuelo
de mariposas monarcas,
mientras vuelan las demás

disfrazadas de colibríes
hasta las glamorosas lavandas.

Las letras poseen
una versatilidad privilegiada,
pueden estar dentro de un libro
pero también en un mundo mágico.

Solo hay que dejar 
que la imaginación vuele, 
para captar lo inconmensurable 
de la creatividad humana, 
cuando decide romper 
las opresivas cadenas
que a la libertad del alma
sojuzga y entumece.

Viviana Laura Castagno Fuentes

AMALGAMAS

 

Soy hija de una niñez amorosa
ella supo convocar a la magia
que en cada espacio anidaba
y a la creatividad expandía.

Soy una mixtura entre etapas
la que de candor rebosaba
con la mujer más cauta de hoy
que no desalojó a su niña.

Soy de la vida que elige la trama 
entre vivencias pródigas
—las propias y las ajenas—
soy mis padres y mis hermanos.

Soy naturaleza, me esculpió un cielo,
soy un río plácido, soles abrasadores
que a mi piel dañaban
glicinas, árboles y calles anchas.

Soy tanto —porque tanto han sido—
soy mis maestras y compañeros,
soy rondas en los recreos, 
soy películas en el cine de barrio. 

Soy amaneceres y crepúsculos
soy la brisa suave de primavera,
pero también soy un cambio drástico, 
soy de la ciudad ahora,
soy de todos y de nadie. 

Viviana Laura Castagno Fuentes

sábado, 18 de mayo de 2024

EL OCASO

 

Aquel cielo cómplice

-el nexo donde coincidíamos- 

bajó el telón un día

secuestró su magia

y apagó para siempre

el lucero donde nos mirábamos. 


Los caminos recorridos

quedaron en la memoria,

yacen atesorados

eran tan vastos, tan pródigos,

hoy poseen carteles de clausura.


La luna que guardaba

nuestros anhelos cada noche, 

tiene su faz cansada

minimizó el brillo inmaculado

porque sucumbieron los sueños. 


Las aguas impetuosas del río 

en estanque devinieron, 

en un acto de empatía tal vez

decidieron ser aguas quedas

acompañando el final inesperado


Las gardenias primorosas 

menguaron el esplendor

esa madrugada,

la espera fue estéril

y ellas sobre esperas

no comprenden, son flores.


Los proyectos amorosos 

se volatilizaron, 

no hay luna, ni nexo 

se confundieron los caminos 

hacia ningún lado, 

y por tristeza

las gardenias fenecieron. 


Viviana Laura Castagno Fuentes 

SILENCIOS


Cuántas veces

cuando en libertad

a mi mente dejo,

de silencios hondos se inviste

y solamente la quietud reina.


Cuántas veces

cuando en nada pienso,

en una montaña informe

de mutismos

sin advertir siquiera, 

me convierto.


Pero no hay vacíos, 

aun silente, aun ausente,

hay palabras empotradas dentro

que plácidamente

su momento esperan.


Cuántas veces

solo páginas en blanco poseo,

pero, aunque en apariencia

ni renglones ostentan

si escudriñas con esmero

verás que están llenas.


Cuántas veces

me percibo completa

aun vacía,

trampas que tiende mi mente

porque sobre sofismas

ella es una experta.


¡Cuántas veces!


Viviana Laura Castagno Fuentes

¿DUEÑOS?

 

Nada decidimos en realidad, siempre lo hace la vida por nosotros. Tal vez, algunas veces nos permite que creamos que tenemos alguna injerencia, pero al camino lo construye ella y con un guiño de complicidad o un gesto afable nos habilita el viaje.

Un viaje que ostentará precipicios insondables, fiordos inasibles, pero también suaves valles con una delicada alfombra de gramilla y flores silvestres para garantizar el disfrute, que tendrá por supuesto sus intermitencias.

Porque nos sorprenderán - cuando más distraídos estemos - borrascas inesperadas que nos obligarán a buscar un albergue hasta que la iracundia amaine.

Creer que nuestros proyectos podemos materializar por un mero voluntarismo - en no haber comprendido nada -, las vicisitudes son tantas y tan sorpresivas, hábiles en desbaratar lo que habíamos pergeñado y siempre o casi siempre -nos sorprende desnudos y vulnerables-.

Hay que otorgar el espacio necesario para las contingencias, somos pasajeros efímeros, aunque a veces presumamos -con cierta dosis de soberbia- que somos los conductores.

Dueños de nada, de todo somos los inquilinos.

Y cuando la travesía su fin atisbe, no será con nuestra anuencia, sino que seremos sorprendidos, avasallados por los imponderables, porque así de impredecible y recalcitrante es la vida.

Viviana Laura Castagno Fuentes

jueves, 16 de mayo de 2024

DESPERTARON ELLOS...


He fracasado otra vez, he sido derrotada por los recuerdos que hoy -en un acto de conspiración- se inmiscuyeron todos juntos y mi aparente serenidad alteraron.

Pueden conmigo, demolieron mis cimientos que cierta solidez tenían y el proceso comienza de nuevo.

Recuerdos, es la vida toda en los entresijos de la mente atesorados - ¿o en alma en realidad? -, acumulan la historia de una travesía que posee a todos los accidentes geográficos y más todavía.

Es mentira, nadie puede evitar que despierten, es una tarea harto imposible intentar ignorarlos, porque son quienes nos edifican, sin ellos estaríamos vacíos, incompletos, seríamos una hechura a medias. 

Evadir a los recuerdos es como pretender una biblioteca sin libros, un río sin sus vados o meandros, un adiós sin lágrimas, un árbol huérfano de sus aves y sus nidos. 

Llegaron cuando estaba absorta en mis tareas matinales, una fotografía tuya generó el desconcierto que arrasó con mi vergel, agigantó el páramo que se aposentó en cada intersticio y doblegó mi estabilidad- esa que creía férrea y contundente-.

Porque, aunque transcurren los meses y la adaptación organiza el desorden interno, a veces basta un indicio solamente para que el caos se adueñe de mí y en él vuelvo a extraviarme.

Recuerdos, esa biblioteca magna que poseemos, ellos nos traen la paz anhelada o el averno, viven acurrucados y en silencio, hasta que una fotografía los despabila y logran desafiarnos.

Entonces comienza la gesta, debo erguirme de nuevo, abrevando en los momentos maravillosos que me erigieron.

 Y definitivamente, - es en tu amor inconmensurable donde encuentro mi anclaje -, ese amor que no tendrá parangón alguno - porque nadie me amará como lo has hecho- y es él quien me convoca a continuar a pesar de todas las inclemencias con sus páramos y vergeles incluidos.

Viviana Laura Castagno Fuentes

domingo, 12 de mayo de 2024

LLEGÓ LA RIADA

 

Ese mismo río,

el que prohija 

y justifica al pueblo. 


Ese mismo río,

el tácito nexo

entre países hermanos.


Ese mismo río,

el cobijo amable

de la diversa natura. 


Ese mismo río,

el obsequiador

de dones inigualables.


Ese mismo río,

el espejo de agua

donde se miran los árboles. 


Ese mismo río,

a bella cascada torna 

y a estanque mudo regresa. 


Ese mismo río,

mutó hace unos días

de amparador a verdugo.


Ese mismo río, 

una oda, una desmesura, 

ahora, los está inundando. 


Viviana Laura Castagno Fuentes

AMORES VERDADEROS


Hay amores

que de tan profundos

raíces tercas expanden,

son bosques en sí mismos

son universos eternos.


Hay amores

sutiles y lejanos

sobreviven al tiempo

y a las distancias,

que lejos de separarlos

más y más los acercan.


Hay amores

que mutan en silencio

mientras crecen,

aunque en apariencia

simulen ser faros

que se apagan.


Hay amores

tan únicos

y extraordinarios

que en luz mutaron

y alumbran desde adentro

porque se invisibilizaron.


Hay amores

que saben sobre cielos

porque son sublimes,

habitan en el alma

y con ellos,

ni la muerte pudo,

ni podrá nunca.


Viviana Laura Castagno Fuentes

SOBRE MI ABUELA

 

Inhóspitas - dijo, con la sinceridad que le caracterizaba.

Y en realidad me dejó atónita, porque era suave y amorosa con sus palabras, las cuidaba, era una garante del buen decir, herencia de su prolífico pasado en el orbe de la docencia.

Tal vez, algo había percibido de aquella persona, un sesgo que le había inquietado mucho y sintió que su seguridad estaba un tanto amenazada.

¿Qué había sucedido en ese encuentro entre ambas?

Porque eran amigas desde siempre, coincidieron cuando la escuela primaria comenzaron y la relación sobrevivió durante ochenta y nueve años.

-Gente inhóspita, reiteraba cuando su mente a solas divagaba.

Y tuve mis reticencias debo admitirlo, no logré atravesar las murallas que mi timidez levantaba, era una jovencita a la sazón -con las restricciones que el respeto y la sobriedad me imponían-, enseñanzas aprendidas en mi hogar, era improcedente avanzar sobre los límites de los otros.

Hoy, cuando los recuerdos comienzan a entrometerse en este presente tan incierto y doloroso, con ellos se aparece otra vez mi abuela, es una presencia que aun ausente, logra agigantarse día a día.

Inhóspita, gente inhóspita, y heme aquí intentando dilucidar cuánto dolor le había causado una actitud que quedará petrificada en ese adjetivo solamente, porque se llevó consigo todas las respuestas.

Mi abuela era amiga de sus amigas y jamás se detendría en desnudar los secretos que a sus relaciones arropaba.
Me quedaré para siempre con esa expresión de "gente inhóspita", un tema entre adultos que una jovencita muy tímida supo que no debía invadir nunca.

Ella era mi abuela y yo la nieta que solamente admiración por su avasallante personalidad sentía.

-Gente inhóspita- y será esa la única explicación que se quedará albergada entre mis prolíficos recuerdos para siempre, hasta que la vida nos reencuentre en algún lugar privilegiado, donde las aclaraciones serán cosa nimia, porque se impondrá el alma y desde allí nos conectaremos.

Viviana Laura Castagno Fuentes

sábado, 11 de mayo de 2024

EL HEREDERO

 


Cuando salió del café 
-donde cada tarde merendaba
desde hacía casi cuarenta años-
la primavera con su brisa amable
a caminar lo invitaba y aceptó,
era su estación preferida
y no deseaba desdeñar su gentileza.

Comenzó a transitar las calles estrechas
-por adoquines alfombradas- 
disfrutando de un espléndido crepúsculo
que de a poco, a la noche, su lugar cedería.

Cuando a su casa llegó, un imprevisto alteraría el acceso, 
las llaves que abrían la puerta no estaban en el bolsillo de su abrigo,
-aunque hurgó y hurgó-, la búsqueda fue infructuosa e
imaginó que en aquel café olvidadas quedaron. 

Tuvo que regresar otra vez,
la encargada seguramente las había guardado
-con la gentileza que la caracterizaba-
y seguramente ahí habían quedado por un descuido, nada más que eso. 

Pero, allí no estaban tampoco,
emprendió el regreso alterado,
aunque la amable encargada 
le sugirió que no se preocupara tanto.

Fue una sugerencia inoportuna,
-la preocupación ya estaba instalada-
era tan minucioso con todo,
no cabía la posibilidad de un extravío,
a él, estas nimiedades no le sucedían.

Llamó al amigo cerrajero,
quién sería portador 
de la solución deseada,
el hombre -munido de sus herramientas-
daría testimonio de sus habilidades,
pero la gran sorpresa lo dejó estupefacto:
a las llaves no las había olvidado en el viejo café,
-las había dejado adentro- cuando partió.

Indicios, síntomas inequívocos, 
que una luz de alarma activó.
Él, tan precavido, tan meticuloso,
no olvidaba nada, era la primera vez.

Supo, desde ese momento,
que su memoria comenzaba a declinar,
ese crepúsculo primaveral que amaba,
no era un espectáculo que estaba afuera solamente, 
se apoltronaba cómodamente adentro ahora. 

Era el heredero de la misma enfermedad
que tuvieron años atrás sus padres,
cuando la mente inevitablemente 
el laberíntico viaje hacia su ocaso emprende. 

Viviana Laura Castagno Fuentes